Eduardo D'Achiardi

Emelec atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia reciente. Problemas internos, paralizaciones y una pesada carga de deudas han complicado el funcionamiento del club durante las últimas semanas. En medio de este escenario crítico, vuelve a tomar fuerza la posibilidad del regreso de Miller Bolaños para la temporada 2026, pese a que el propio jugador mantiene una demanda vigente contra la institución.

Para habilitar refuerzos, el Bombillo debe ponerse al día con un amplio listado de obligaciones económicas. Entre ellas constan pagos pendientes de USD 11 mil con Hernán Torres, USD 30 mil con Andrés Ricaurte, USD 70 mil con Diego García, USD 70 mil con Rodrigo Rivero, USD 400 mil con Leandro Vega y una deuda con el empresario Jorge Chamorro, relacionada con los traspasos de Bryan Angulo y el propio Miller Bolaños. Sin solucionar estos valores, LigaPro no permitirá la inscripción de nuevas contrataciones para la próxima temporada.

Aun así, según la periodista María José Gavilanes, Emelec ya inició negociaciones formales para repatriar a Bolaños, actual figura del Guayaquil City y tricampeón con el club. La dirigencia aspira a que el delantero vuelva a vestir la camiseta azul y plomo en 2026, confiando en que su presencia pueda convertirse en un impulso deportivo y emocional en medio de la crisis. Aunque la deuda con el jugador persiste, la intención de ambas partes permitiría que el anhelado regreso esté cada vez más cerca.

El volante central del Bombillo confirmó mediante su cuenta de Instagram el mensaje: “Sanarás y volverás 100 veces más fuerte”, tras conocerse que sufrió un desgarro grado 1 en el posterior durante el último partido. El mediocampista estará entre 15 y 20 días fuera de competencia, una ausencia que golpea al mediocampo eléctrico en un momento decisivo de la temporada.

Quintero se perderá el partido ante Delfín por LigaPro y tampoco estará disponible para el duelo frente a Liga de Quito por la Copa Ecuador. A pesar del golpe, el mensaje del jugador refleja fortaleza y determinación para volver pronto y con más energía al equipo. ¡Pronta recuperación, Máquina!

Pese a que jugadores, cuerpo técnico, cuerpo médico y utileros aún no reciben sus remuneraciones, la plantilla de Emelec decidió cumplir con la planificación y realizar el entrenamiento programado. El gesto refleja compromiso y profesionalismo en un momento crítico para la institución, que continúa afrontando dificultades económicas y retrasos salariales.

El equipo azul no tiene margen de error: este domingo se jugará, probablemente, su última oportunidad de clasificar a un torneo internacional cuando enfrente a Delfín. Con un plantel que sigue trabajando a pesar de la adversidad, Emelec busca enfocarse en lo deportivo para sostener viva la esperanza de cerrar el año con un objetivo cumplido.