Han pasado casi siete meses desde que Jorge Guzmán asumió la presidencia del Club Sport Emelec y el panorama que encontró es mucho más complejo de lo esperado. El directivo reveló a Diario El Universo, que el club afronta un déficit superior a los 15 millones de dólares y arrastra serios problemas administrativos heredados de la gestión anterior. Según señaló, la mayoría de juicios en los que estaba involucrada la institución fueron allanados, lo que obliga al Bombillo a pagar montos elevados que pudieron haberse evitado.
Entre las deudas, Guzmán mencionó obligaciones con acreedores particulares, como un préstamo de $600.000 a José Pileggi por parte de un ciudadano chino, un litigio con Verduga en LigaPro que supera la misma cifra, y la problemática con el Banco del Pacífico. Además, expuso compromisos con servicios básicos como CNEL y agua potable, que representan gastos mensuales insostenibles, por lo que pidió apoyo a las autoridades municipales.
El presidente también anunció la convocatoria a una auditoría en la próxima Asamblea de socios, con el fin de transparentar los malos manejos financieros. A la par, trabaja en cumplir los pagos pendientes al plantel y al director deportivo Miguel Falero, quien no fue tomado en cuenta por el anterior entrenador, Ismael Rescalvo. Guzmán reconoció que los jugadores aún no están al día en sueldos, pero aseguró que comprenden la situación y confían en los esfuerzos de la dirigencia.
De cara a lo deportivo, el máximo dirigente resaltó que la Copa Ecuador será una prioridad, ya que representa la oportunidad de acceder al repechaje de Copa Libertadores. “Vamos a Ibarra a buscar el triunfo ante Leones FC, le damos la máxima importancia”, afirmó Guzmán, quien también descartó rumores sobre exigencias extraordinarias de Christian Cueva. El mensaje fue claro: el momento es complejo, pero la voluntad de trabajo y recuperación institucional está por encima de las dificultades.