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Emelec afronta un momento complicado luego de la resolución emitida por la Comisión Disciplinaria de LigaPro, que sancionó al estadio George Capwell con cuatro partidos a puertas cerradas y dos más sin público en la general Quito, sector donde se originaron los incidentes. Además, el club deberá pagar una multa económica de casi 30.000 dólares, una medida que golpea tanto en lo deportivo como en lo institucional.

Desde el club azul se asume esta sanción con preocupación, pues de los seis partidos que restan en casa durante 2025, cuatro se jugarán sin el aliento de la hinchada, un factor clave en la identidad del Bombillo. El Capwell, considerado uno de los estadios más imponentes del país, quedará en silencio en varios compromisos decisivos para el futuro del equipo en el torneo.

En cuanto a lo individual, Christian Cueva fue sancionado con dos fechas de suspensión tras su expulsión en el Clásico. El volante peruano no estará disponible frente a El Nacional y Orense, dos encuentros fundamentales para las aspiraciones azules. Asimismo, Luis Castillo recibió un partido de sanción, reduciendo aún más las opciones de Guillermo Duró para conformar su once titular.

La ausencia de referentes como Cueva representa un golpe sensible en la plantilla que dirige Duró, quien deberá buscar variantes para mantener al equipo competitivo en medio de este panorama adverso. Pese a la sanción, el Bombillo buscará reaccionar dentro de la cancha y demostrar que, aun sin público en las gradas, puede luchar por sus objetivos deportivos en la LigaPro.

Emelec vivió una tarde negra en el Clásico del Astillero tras caer 0-4 ante Barcelona en el estadio Capwell. El Bombillo no logró reaccionar después del gol tempranero de Octavio Rivero y terminó siendo superado ampliamente por su rival. Con este resultado, los azules se ubican en la novena posición con 38 puntos y mínimas opciones de llegar al hexagonal final.

El encuentro estuvo marcado por incidentes dentro y fuera de la cancha. La frustración de los hinchas eléctricos generó momentos de tensión en las gradas, lo que provocó la suspensión del compromiso durante varios minutos. Además, hubo expulsiones en ambos equipos tras una gresca que encendió aún más el ambiente en el Clásico.

La derrota representa un duro golpe para las aspiraciones azules, que ahora deberán enfrentar sus últimos partidos con la obligación de sumar para cerrar de la mejor manera el torneo. Mientras tanto, Barcelona igualó la mayor goleada como visitante en un Clásico, resultado que no conseguía desde 1980 en el mismo escenario.