Emelec sigue sin mostrar un juego convincente en la Copa Ecuador. Si bien clasificó a semifinales, el equipo eléctrico aún no gana un solo partido en tiempo reglamentario: ha dependido de los penales para avanzar en todas las fases. Frente a Guayaquil City, el Bombillo volvió a tropezar con su falta de contundencia y creatividad ofensiva.
El rendimiento colectivo deja dudas. El plantel de Guillermo Duró mantiene la posesión, pero no logra transformarla en peligro real. Pedro Ortiz, con sus reflejos y liderazgo, ha sido el sostén que mantiene vivo al equipo, evidenciando que Emelec depende en exceso de su arquero y de la suerte desde los 12 pasos.
Si los azules quieren aspirar a levantar el trofeo o pelear por un cupo internacional, deberán mejorar urgentemente su efectividad y funcionamiento. Las semifinales exigirán un nivel superior, y Emelec no puede seguir avanzando solo por la vía de los penales.